sábado, 20 de diciembre de 2008

La Nueva Escena Sociocultural

Leyendo un texto que tengo para un ramo, encontré algo interesante que da una perspectiva actual sobre los procesos sociales, y que transcribo aquí a modo de recordatorio y análisis al que lo vea:

"Podemos sintetizar en cinco procesos las modificaciones socioculturales que están ocurriendo en todos estos campos [socioculturales]:
  • Un redimensionamiento de las instituciones y los circuitos de ejercicio de lo público: pérdida de peso de los organismos locales y nacionales en beneficio de los conglomerados empresariales de alcance transnacional.
  • La reformulación de los patrones de asentamiento y convivencia urbanos: del barrio a los condominios, de las interacciones próximas a la diseminación policéntrica de la mancha urbana, sobre todo en las grandes ciudades, donde las actividades básicas (trabajar, estudiar, consumir) se realizan a menudo lejos del lugar de residencia y donde el tiempo empleado para desplazarse por lugares desconocidos de la ciudad reduce el disponible para habitar el propio.
  • La reelaboración de "lo propio", debido al predominio de los bienes y mensajes procedentes de una economía y una cultura globalizadas sobre los generados en la ciudad y la nación a las cuales se pertenece.
  • La consiguiente redefinición del sentido de pertenencia e identidad, organizado cada vez menos por lealtades locales o nacionales y más por la participación en comunidades transnacionales o desterritorializadas de consumidores (los jóvenes en torno al rock, los televidentes que siguen los programas de CNN, MTV y otras cadenas trasnmitidas por satélites).
  • El pasaje del ciudadano como representante de una opinión pública al ciudadano como consumidor interesado en disfrutar de una cierta calidad de vida. Una de las manifestaciones de este cambio es que las formas argumentativas y críticas de participación ceden su lugar al goce de espectáculos en los medios electrónicos, en los cuales la narración o simple acumulación de anécdotas prevalece sobre el razonamiento de los problemas, y la exhibición fugaz de los acontecimientos sobre su tratamiento estructural y prolongado." (pp. 40-41)
García, N. (1995). Consumidores y Ciudadanos. México D.F.: Editorial Grijalbo.


Muestra una interesante mirada al paisaje urbano actual, que de hecho no deja de ser sombrío, puesto que cada vez somos menos "yo" y somos más "lo que tengo"; cada vez somos menos ciudadanos y pasamos a ser más consumidores.

Dejo el texto en este enlace para el que se interese.

martes, 16 de diciembre de 2008

Los Amorosos

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se estan yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre- ¡ que bueno !- han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.


Jaime Sabines.

Remezón

Cuando creíamos tener todas las respuestas,
de pronto cambiaron todas las preguntas.

Mario Benedetti

viernes, 12 de diciembre de 2008

Ládano

Vuelvo a beber de esta fuente, vuelvo
con los días contados
sobre este lapsus que se repite
una y otra vez, este ciclo
cansado pero delicioso, como si jugáramos
a la escondida, buscando una y otra vez
ese indefinidamente algo
que no es nosotros,
sino piel y espera, cama y pasión,
sombras a la deriva.

Por instantes
deseo-desear(te), aceptar
lo que me ofrecen tus ojos;
por instantes anhelo
olvido, laxitud
y ni siquiera percibir tu nombre
que sulfura el aire,
ese que podría revivir/rematar
las cenizas secretas que yacen
en mi pecho - que por fuerza
ya deberían pertenecer a otra -,
coronarlas de tu piel
chamuscada en deseo, pero
que sabemos muy bien
que jamás perdurarán,
por que así como
si fueramos luna y sol, solo seríamos
eclipse y nada más, una blanca flor
donde hubo verde, donde pasó el fuego,
el miedo, y la huida silente.

(Si-algo-ha-cambiado-eso-es-nosotros
el-otro-cambio,-los-que-se-fueron ♫)


Al Dolor de Mi Gente