Se siente dividido en dos. Algo así como una esquizofrenia almática.
Una parte clama la insolencia, la otra, la verdad que la primera se resiste a creer.
El tiempo corre, insolente frente a su impaciencia, frente a su miedo de perder,
frente a la vida misma que anhela abrazar. Ahhh... pero nadie dijo que sería fácil, nadie dijo que era llegar y seguirlo, así como se puede seguir cuasi-infinitamente caminando por la línea del tren.
Así, estos días le dejan con un sabor a desierto. Pensando en un tal vez que.
I ezitare, Ich zögerte, I смело, I váhání, I oklijevanje, Jeg tøven, I δισταγμό.
viernes, 8 de agosto de 2008
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