martes, 16 de septiembre de 2008

Monólogo para un Dormitorio

Detesta pelear siempre por cuestiones similares.
La soledad rítmica del hogar rota por la intervención de Mamá y Hermana-chica-complejo-de-soy-la-Mamá. Y ya que.

Puerta, pestillo, olvido, música a los oídos, a solas en su pieza again.
Le gusta ordenarla en situaciones como esta - ¿Desahogo?, ¿Desalojo?, como sea -, con la caricia del incienso en el aire,
el humo que revolotea siempre ascendente.

En su mente se cruzan imágenes, la idea de que tiene que que desprenderse de esta monotonía generalizada, de que debe alejarse de estas 4 paredes que apestan a pereza y cotidianeidad.
Damn Cotidianity.

Y si, también resurge fugaz el fantasma de ella - no faltaba más -, con todos los "what if" correspondientes. Iluso.
Sabe que persigue sombras en la niebla y desiste.

Le queda poco para terminar de ordenar, y sintiéndose más calmado le asalta la pregunta fuera de rigor:
¿Estaba ordenando la pieza? o ¿La pieza estaba ordenándolo a él...?.

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Al Dolor de Mi Gente