Todo en este segundo es púrpura.
Púrpuras tus besos, púrpuras tus abrazos
púrpuras tus caricias, púrpuras tus intenciones
de beber el color de este momento,
como si fuera un cáliz ardiendo
al cual le resbalaran purpurísimas gotas
de sudor y deseo, que al deslizarse
por tu cuello vinieran a dar
al contacto fugaz entre mi lengua
y tu piel, a tu sensualidad
tan púrpura y exquisita.
Este es el suspiro que brota desde mi pecho
purpúreo, agitado y delirioso
que te invoca entre las llamaradas
de un ardor púrpura como la vida;
este el brotar de nuestros cuerpos
violentamente púrpuras
en el que siempre seremos tú,
yo y este licor de tus labios,
tan púrpuras como la noche.
sábado, 11 de julio de 2009
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1 comentario:
Con eso me acabo de enamorar =3 del púrpura, claro...
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escribes de una atravesadamente agradable... (o sea, tus construcciones son poco usuales, y en vez de verse rebuscadas, terminan siendo armoniosas)
XD y eso que la poesía y elo no juntan ni pegan...
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