jueves, 6 de noviembre de 2008

Timeless

El tiempo se me ha hecho muy corto. Universidad, ensayos, disertaciones, música, ansiedades, grabación, presentaciones, coro, familia, pruebas, desilusiones, culpas, etc., todo hace un gran conglomerado de horas que no tengo, y mi segundero que parece un perro famélico. Con suerte tengo este pequeño espacio para hacer unas anotaciones en el blog.
Bueno, yendo al grano. Se me ocurrió como nueva sección ir haciendo una revisión de diferentes libros que he leído, a modo de "crítica" literaria (nótese crítica como algo shuuuper light), donde amasar la cantidad de sensaciones, pesares, sinsabores, fascinaciones y otros que me dejaron los libros que he leído a través de largos años. Algo así como un Camilo Marx pero bien al peo, que no tiene idea de cómo diablos hacer una crítica literaria formal, y ni siquiera sabe de estética, sino que se guía en base a corazonadas y emociones convocadas. Como si no fuera suficiente.
Bueeeh, algo así tenía que surgir, no?
Dejo una letra que me ha fascinado mucho, de una canción de mucha fascinación.


Contigo

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta, brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero corazón cobarde
es que mueras por mi.

Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres;
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan, nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana dos veces por semana,
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "Volvamos a empezar";
no yo quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber porque lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mi.

Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres;
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan, nunca mueren.

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Al Dolor de Mi Gente